El proyecto surge a raíz de ganar el Primer premio en el concurso para enajenación a promotores de viviendas de VPO de la parcela RC-26 del sector 6, “Mariturri” del vigente Plan General de Ordenación Urbana de Vitoria-Gasteiz, convocado por la sociedad Ensanche 21 en 2004.
El solar está al límite entre la ciudad y la periferia. Escoltado de edificios residenciales y zonas verdes. Cómo integrar nuestra propuesta en el conjunto y pensar en la vivienda como una unidad residencial autónoma independiere y flexible, es lo que le da forma. Transitar por espacios abiertos en directa comunicación con la naturaleza, buscando transparencias con el vial y su movimiento.
Estos espacios abiertos se transforman en corredores de acceso a las viviendas que nos permiten una mayor confortabilidad tanto en invierno como en verano, protegiendo la fachada del viento y la lluvia y dando mayor frescor en verano; escoltado por grandes telones de policarbonato trasparente. El individuo entra en su celda como si de una vivienda unifamiliar aislada se tratara.
El programa del hogar separa claramente la zona de noche de la del día, organizando la planta con el mínimo de espacios perdidos optimizando así la superficie útil y buscando mas flexibilidad de circulación al poder pasar directamente a la cocina y de esta al salón sin pasar por ningún distribuidor o entrar directamente a la vivienda a través del vestíbulo.
La planta baja y su ordenación deja libre los accesos al morador, integrando los portales en la ordenación de una forma natural; dejando como escaparate de las edificaciones el propio del uso comercial; gran zócalo donde descansan los bloques de viviendas.
Para evitar la monotonía y dar mayor permeabilidad al bloque edificatorio, las celdas (viviendas) se agrupan creando tres edificaciones unidas por los elementos comunes abiertos. Como remate la planta ático funciona como un gran puente de unión de las piezas consiguiéndose una amable transición entre las distintas plantas.
De igual forma, la ordenación está pensada como una transición entre el movimiento y la quietud, a base de “naturaleza muerta”, contrastando y poniendo de relieve los espacios verdes que nos rodean. Tratamos las edificaciones, girando su composición de fachada, pasando de la opacidad a la transparencia. La fachada a la calle, tratada como una “fachada ventilada” de zinc, con los huecos necesarios para ventilar e iluminar, rota por los elementos comunes que dan paso a los corredores traseros abiertos.