Una de las primeras viviendas certificadas Passivhaus en el estado. Para nosotros supuso un reto por su gran volumen y factor de forma.
Se trata de una vivienda que se desarrolla en una sola planta con una imagen de vivienda de montaña interrumpida por un falso doble orden, pilares metálicos colocados de forma “aleatoria”, etc. Un falso doble orden ya que para acceder tenemos que cruzar la gran puerta que no deja de ser una puerta normal que simula ser de un tamaño desproporcionado acompañados por una escultura (La mirada de Armentia) diseñada por el propio estudio.